La merienda se presenta como el momento apropiado para incorporar alimentos nutritivos en el día. Sin embargo, algunas veces se improvisa y se realizan elecciones poco saludables al incluir golosinas, alfajores, snacks o picada, bizcochos, galletitas rellenas y todo tipo de alimento que se induce a su consumo mediante la importante carga publicitaria y la forma en que está presentado; en realidad, estos productos contienen poco valor nutritivo y no son recomendables porque cuentan con elevado contenido de grasas, azúcares refinados o sal.
Sí y no
Los niños en edad escolar se encuentran en continuo crecimiento y desarrollo, por lo cual deben cubrir sus necesidades nutricionales. En este caso, se les puede ofrecer un sándwich de pan integral, con semillas o cereales, ya que aportan una mayor cantidad de fibra, minerales y vitaminas en comparación con el pan blanco. Al mismo tiempo, la dieta puede contener bizcochos y galletas, pero de elaboración casera para poder hacerlos con aceite en lugar de manteca o margarina y empleando menos azúcar; esta idea se complementa con la inclusión de frutas o frutos secos.
En el caso de querer ofrecer, en forma esporádica, alguna galletita o producto de repostería comprados se aclara que no es contraproducente; simplemente, es imprescindible procurar que no estén presentes en la alimentación diaria al tratarse de productos que contienen muchas calorías, grasa saturada, colesterol, sal y azúcares. Se reitera que no deben ser incluidos sistemáticamente porque en la elaboración de panificados o similares a nivel industrial se emplean grasas vegetales hidrogenadas -también denominadas grasas trans-, y saturadas -como la grasa de coco o palma-.
Sugerencias saludables
Existen variadas opciones para que la merienda se convierta en una ingesta saludable y brinde las energías necesarias en la edad escolar. A continuación se mencionan algunos alimentos nutritivos:
Es fundamental que los padres sean conscientes al momento de elegir los alimentos que le ofrecerán al niño porque es la oportunidad ideal para promover los buenos hábitos: la aplicación de una alimentación saludable en la infancia se mantendrá en el tiempo determinando su extensión hasta en la vida adulta.