Información de interés


20.03.2025

Consejos médicos

Buen descanso, buena salud

Aunque el buen descanso es fundamental para el bienestar físico y mental y, para reducir el riesgo de padecer enfermedades como obesidad, diabetes, hipertensión y trastornos de salud mental como ansiedad, el 42.7 % de los uruguayos presenta algún trastorno del sueño, según una actualización realizada post pandemia, de una encuesta desarrollada en 2020 por el Hospital Maciel y la Facultad de Medicina de la Universidad de la República (Udelar).

El insomnio, es decir, la dificultad para iniciar o mantener el sueño, así como despertarse temprano cuando hay oportunidad de dormir adecuadamente, ocupa al 27.7% de esas personas que tienen trastornos de sueño, y de todos los encuestados, el 12.5% apeló a la automedicación con psicofármacos como ansiolíticos o hipnóticos. A su vez, también respecto al buen descanso existe una brecha entre hombres y mujeres, en la que ellos llegan en promedio a las 7 horas 50 minutos de sueño, mientras que las mujeres, debido a que suelen asumir más responsabilidades de cuidado de otros y responsabilidades en el hogar, duermen promedialmente 7 horas y 35 minutos.

El tiempo necesario de buena calidad de sueño cambia acorde a la edad de la persona: en adultos mayores de 65 años la recomendación es de 7 a 8 horas diarias como una forma de prevenir el deterioro cognitivo; en adultos es de 7 a 9 horas, lo que previene el riesgo de padecer enfermedades crónicas; en los adolescentes de entre 13 y 18 años la recomendación es que lleguen a tener entre 8 y 10 horas de sueño reparador, sin el cual se afecta el aprendizaje y el estado emocional del adolescente, y en niños de 6 a 12 años la recomendación para su desarrollo saludable es de 9 a 12 horas diarias.

Respecto a esta última franja etaria, la de los niños, los números de Uruguay son alarmantes: el 53.9% de los encuestados en un estudio de tres centros de Montevideo en 2022, presentaba algún trastorno del sueño, los más frecuentes fueron la excesiva somnolencia y la alteración vigilia-sueño. Se encontró, a su vez, una fuerte asociación entre esta realidad y el uso de pantallas luego de las 20.00h.

Aunque el más común de los trastornos del sueño es el insomnio, existen otros y se clasifican acorde a lo que producen: aquellos que provocan somnolencia diurna excesiva como el síndrome de apneas de sueño, la hipersomnia idiopática y la narcolepsia; los trastornos del ritmo de sueño-vigilia y los trastornos que producen conductas anormales durante el sueño o parasomnias- sonambulismo, terrores nocturnos, pesadillas-.

Existen distintos hábitos y rutinas que se pueden desarrollar para evitar estos desajustes del sueño y dormir mejor, además de regular el ciclo circadiano, que oscila aproximadamente en 24 horas, y está estrechamente relacionado con el ciclo sueño-vigilia. Durante el ciclo circadiano el organismo lleva a cabo procesos como la secreción hormonal, la excreción urinaria de potasio, la secreción gástrica y la secreción ácida renal, que se encuentran estrechamente relacionados con el sueño y, por tanto, se afectan cuando no tenemos un buen descanso. Su regulación es fundamental para el bienestar y la buena salud de la persona.

Algunos tips para dormir bien:

  • Establecer una rutina de sueño: ir a la cama y levantarse a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana.
  • Crear un ambiente propicio para el sueño: mantener la habitación oscura, silenciosa y a temperatura agradable. Reservar la cama solo para dormir y no hacer en ella otras actividades como comer o mirar la tele.
  • Limitar el uso de dispositivos electrónicos: evitar pantallas al menos una hora antes de dormir, porque la luz azul afecta la producción de melatonina, una hormona que produce el cuerpo y que regula el ciclo sueño-vigilia.
  • Evitar comidas pesadas y cafeína antes de dormir: de esta manera se evitan posibles trastornos de la digestión que impidan un buen descanso y que la cafeína bloquee la adenosina, una sustancia que regula el sueño y el cansancio.
  • Realizar actividad física regularmente: aunque el ejercicio mejora el descanso, no debe realizarse antes de dormir porque incrementa la producción de adrenalina, noradrenalina y cortisol, que generan en el cuerpo un estado de alerta que activan al organismo e impiden el sueño.
  • Practicar técnicas de relajación: incorporar actividades como meditación, lectura o un baño tibio antes de dormir reducen el estrés y predisponen a un buen descanso.
  • Limitar las siestas: siestas cortas de 20-30 minutos son reparadoras, pero si son por más tiempo o muy cerca de la hora de acostarse, pueden impedir conciliar el sueño.

Fuente: Ministerio de Salud Pública

Hablar en WhatsApp

Utilizamos cookies para mejorar la experiencia del usuario en nuestra web. Si sigues utilizando este sitio asumiremos que estás de acuerdo. Visite nuestra Política de Cookies.
También puedes consultar nuestra Política de Privacidad.
Aceptar