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24.09.2018

Consejos médicos

¿Qué es un juanete y cómo puedo tratarlo?

Esta patología, denominada hallux valgus, es una deformidad en la que el "dedo gordo del pie" (hallux) se desvía hacia afuera (valgo) y también sucede con el primer metatarsiano hacia adentro (en varo).

Consiste en una de las afecciones más habituales del antepié y es uno de los principales motivos de consulta en el consultorio. Aunque es multifactorial, tiene una alta relación con la predisposición heredofamiliar. Además, se la suele vincular con el tipo de calzado, ya que ayuda a su aparición y evolución; sin embargo, también afecta a poblaciones que nunca han utilizado calzado. A esto se suma que la morfología de ciertas articulaciones, la forma del pie en su totalidad y la biomecánica de la marcha se han visto asociados con la aparición de esta patología.

Un dato fundamental es que el juanete es evolutivo y los factores que tienden a incrementar la deformidad son los siguientes: el tipo de calzado, la manera de caminar, la laxitud de los tejidos con el paso de los años y la fuerza de los tendones del pie. Con el transcurso del tiempo se comprometen otros segmentos del pie provocando patologías asociadas -como la metatarsalgia o los dedos supra o infra ductos, en garra, o martillo, entre otros-.

Por lo general, los motivos de consulta son el dolor, la dificultad para calzarse y el aspecto estético -en este último caso se desaconseja la cirugía-.

Tratamientos

El conservador es el no quirúrgico y se caracteriza por su ineficacia en la corrección de esta deformidad. Entre las posibles prácticas está el uso de plantillas, separadores y dispositivos nocturnos, hasta incluso la realización de ejercicios.

En tanto, las principales indicaciones para el procedimiento quirúrgico son el dolor y el aumento progresivo de la deformidad que genera dificultad para calzarse. Para esta patología existen más de 200 técnicas a nivel de cirugía y actualmente estas prácticas como también la anestesia han evolucionado en forma conjunta; como resultado, su ejecución permite deambular desde el posoperatorio inmediato mediante el uso de un calzado especial y casi sin dolor. Asimismo, a través de las nuevas técnicas anestésicas -es decir, los bloqueos regionales- es posible el control del dolor posoperatorio con analgésicos comunes.

En todos los casos, es imprescindible la consulta con el especialista para obtener un correcto diagnóstico; esto se logrará mediante el interrogatorio, el examen físico y los exámenes complementarios. Con estas medidas se podrá determinar el tipo de tratamiento adecuado para cada persona.

Antes de llegar a la cirugía, el médico efectuará en consultorio el interrogatorio, el examen físico y solicitará los estudios complementarios. Una vez realizado el diagnóstico, se fijará el tipo de tratamiento necesario. Si esto implica una intervención quirúrgica, entonces el especialista pedirá una evaluación pre-quirúrgica que consistirá en diversos estudios, además de la interconsulta con el cardiólogo o médico clínico para determinar si la persona está o no en condiciones de afrontar la cirugía.

En forma previa a la intervención es sumamente importante conocer todo sobre el procedimiento al que se someterá: en qué consiste la operación, sus beneficios, riesgos y complicaciones, así como el posoperatorio. Después de que todo sea explicado y evacuar dudas, el médico entregará el consentimiento informado -documento que garantiza que el paciente (y/o familiares) ha sido informado sobre la cirugía, que ha comprendido la información brindada y acepta voluntariamente la realización de la intervención-.

Fuente: Sociedad Argentina de Medicina y Cirugía de Pie y Pierna

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