Preparación:
Lavar un tomate y cortarlo en trozos; luego, cortar la mozzarella. En la base de un plato, situar el tomate y añadirle por encima la mozzarella, y darle un toque de sabor con la ayuda del orégano.
Posteriormente, adicionar las aceitunas negras y condimentar con aceite, y vinagre o aceto balsámico.
Una receta que se puede elaborar en muy pocos pasos y que resulta realmente deliciosa.
Comentario dietético:
El tomate es rico en licopina, es un fitoquímico antioxidante que previene la cardiopatía coronaria y el cáncer. Asimismo, contiene los antioxidantes betacaroteno, vitamina C y vitamina E.
En tanto, la mozzarella aporta grasas pero en pocas cantidades -si se lo compara con otros tipos de queso-; además, proporciona proteínas de buena calidad y permite la saciedad. Los quesos, en general, son una buena fuente de calcio -este mineral ayuda a prevenir la osteoporosis-.
Lic. Magela Mallada
Nutricionista
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