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08.03.2012

Consejos médicos

La salud basada en el género

Este enfoque parte desde el reconocimiento de las diferencias entre el hombre y la mujer; lo cual sirve para determinar cómo difieren los resultados, experiencias y riesgos sanitarios entre ambos sexos y para actuar en consecuencia.

La atención sobre la salud de la mujer, clásicamente, se ha centrando en los problemas que ésta sufre durante el embarazo y el parto. Sin embargo, se sabe que las enfermedades cardiovasculares son una importante causa de mortalidad femenina. Se estima que cerca del 60% de los fallecimientos en las adultas de países desarrollados y el 50% en los países en vías de desarrollo son debido a enfermedades cardíacas. A pesar de lo planteado, no se lo reconoce suficientemente y esto retrasa la búsqueda de tratamiento y diagnóstico entre las personas de sexo femenino.

Factores de riesgo

Importantes estudios que analizaron la presencia de infarto de miocardio, comparando los sexos, dejó como resultado que las mujeres tenían, respecto a los varones, una edad superior -es decir, en promedio, las mujeres desarrollan una enfermedad cardíaca sintomática entre 10 y 15 años más tarde que los hombres-. Al mismo tiempo, se determinó que las féminas presentaban un mayor número de factores de riesgo cardiovascular. En general, las mujeres recibían un tratamiento menos intenso y eran sometidas en un menor número a intervenciones coronarias. Las que padecen este tipo de afecciones presentan un mayor porcentaje de complicaciones y mortalidad comparándolas con los hombres de igual edad.

En la mujer que se encuentra cerca de la menopausia -alrededor de los 50 años-, el riesgo de padecer una enfermedad cardíaca aumenta dramáticamente. Antes de la menopausia, los estrógenos protegen a las mujeres contra este tipo de enfermedades.

Una vez finalizado el climaterio, los niveles de estrógeno descienden mientras se producen ciertos cambios, como los que se citan a continuación:

  • Modificación en las paredes de los vasos sanguíneos -esto hace que sea más fácil la formación de placas ateroscleróticas y de coágulos sanguíneos-.
  • Se desarrollan alteraciones en los lípidos en sangre.
  • Surge un aumento de sustancias de la coagulación sanguínea -lo que favorece la obstrucción vascular, tanto a nivel cerebral como cardíaco-.
  • Durante bastante tiempo, se pensó que en las mujeres post-menopáusicas la terapia de reemplazo hormonal podría reducir el riesgo de enfermedad cardíaca. En algunas, al parecer, este tipo de terapia protege contra esa afección pero para otras ese beneficio no se ha demostrado. En mujeres jóvenes, el riesgo es mayor cuando han iniciado una menopausia temprana o quirúrgica y esto se incrementa si está combinado con: diabetes, tabaquismo, hipertensión arterial, niveles elevados de colesterol LDL y/o triglicéridos, con bajos niveles de colesterol HDL, obesidad, sedentarismo e historia familiar de enfermedad cardíaca.

    Los resultados del consumo de tabaco

    Con la epidemia de tabaquismo en la mujer se desprenden datos alarmantes: de los 1000 millones de fumadores que hay en el mundo, aproximadamente, 200 millones son mujeres. Cada año muere en el mundo alrededor de 1,5 millones de mujeres como consecuencia del consumo de tabaco. Entender y controlar esta epidemia que se propaga en el sexo femenino es una parte importante de cualquier estrategia de control del tabaquismo.

    La industria tabacalera realiza campañas de publicidad de gran costo dirigidas hacia las mujeres y apuntan a estereotipos de género mientras relacionan falsamente el consumo de tabaco con conceptos de prestigio, belleza y libertad. Las estrategias de marketing muchas veces toman como objetivo a las mujeres porque cada vez tienen más poder adquisitivo para comprar estos productos. En la actualidad, se observa en el hombre una tendencia al descenso del consumo y en la mujer sucede lo contrario -se palpa un aumento-. A esto hay que agregar la utilización de planes de mercadeo en los que procuran captar más consumidores con el empleo de categorías falsas, tales como: "light" o "bajo en alquitrán". Las personas de sexo femenino tienden a consumir los cigarrillos "light" más que los varones -63% frente a 46%-.

    Si se comparan las fumadoras con las no fumadoras, las primeras tienen mayor probabilidad de sufrir esterilidad y problemas para concebir. Además, consumir tabaco durante el embarazo aumenta los riesgos de parto prematuro, mortinato y muerte del recién nacido, como también la disminución en la producción de leche materna. Otro dato inquietante es que el tabaquismo incrementa el riesgo de cáncer en la mujer -como es el del cuello uterino-.

    SUAT promueve la salud en todas las etapas de la vida. Las mujeres deben tener ciertos cuidados generales y nunca dejar de lado la visita al médico.

    La consulta temprana con el especialista puede impedir el desarrollo de enfermedades graves.

    Dra. María Dutra

    Médica de SUAT

    Palabras clave: mujer, femenino, salud, género
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