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14.10.2011

Consejos médicos

Enfermedad celíaca

Se trata de una afección relativamente frecuente, de comienzo habitual en la infancia y sobre todo en menores de dos años. Es provocada por una sensibilidad especial al gluten -proteína que está presente en el trigo, la cebada y el centeno-. Una fracción especial de esa proteína -la gliadina- es la responsable última de la enfermedad.

Formas de presentación

En aproximadamente el 80% de los casos se trata de niños menores de dos años que se les ha introducido el gluten en su dieta; es decir, cualquier preparación que contenga harinas de trigo, cebada y/o centeno. Los síntomas más comunes son: mal progreso ponderal, escaso desarrollo muscular, distensión abdominal -"hinchazón"-, dolores cólicos, falta de apetito y carácter irritable. Habitualmente se presenta diarrea compuesta por materias malolientes y "aceitosas". Cabe mencionar que los vómitos también son usuales. En ciertas oportunidades los síntomas se pueden dar en forma sutil y no necesariamente se presentan todos.

Se calcula que en Estados Unidos al menos al 10% de los niños derivados a un endocrinólogo, debido a baja talla y a los cuales no se les encuentra ninguna enfermedad endócrina, se le diagnostica una enfermedad celíaca. En infantes más grandes pueden aparecer otros síntomas no tan claros, como por ejemplo: dolor abdominal recurrente, estomatitis -aftas- a repetición, defectos dentales, anemia por deficiencia de hierro, sangrados digestivos, entre otros.

El pediatra unirá los síntomas que cada niño presente y sus antecedentes familiares, ya que hasta en un 15% existen celíacos entre los familiares directos. También podrá hacer uso de la interconsulta para realizar el diagnóstico.

Incidencia y diagnóstico

Se calcula que 90 de cada 100.000 nacidos vivos padecen esta enfermedad; sumando las formas leves y "ocultas" podría llegarse a una incidencia de 1 cada 300. Un dato llamativo es que esta enfermedad afecta más a niñas que a varones.

Ante la sospecha clínica se solicitan algunos exámenes de laboratorio con los siguientes objetivos:

- Para valoración general del niño.

- Para hacer el diagnóstico: en este caso se buscan anticuerpos en la sangre, dirigidos contra la gliadina -fracción del gluten responsable de la enfermedad- y contra el endomisio -parte del intestino lesionado-. La presencia de esos anticuerpos es muy sensible y específica de la enfermedad.

- La confirmación final se hace mediante endoscopía y toma de biopsia de intestino que muestra aplanamiento e inflamación del recubrimiento epitelial de la luz intestinal. Este proceso se lleva a cabo bajo sedación.

Una vez implementada la dieta libre de gluten se deja transcurrir cierto tiempo para repetir la endoscopía y la biopsia, las que evidenciarán un intestino normal si es que el diagnóstico fue correcto.

Tratamiento

Está basado en la exclusión del gluten de la dieta y esta medida tiene que ser implementada de por vida. Quizás la etapa más difícil sea la adolescencia al tratarse de un período en el que se requiere una vigilancia especial, ya que las recaídas por ingerir alimentos con gluten pueden ser casi asintomáticas y manifestarse tardíamente como talla baja y retraso puberal, por ejemplo. El despistaje de las transgresiones puede hacerse con la búsqueda de los anticuerpos mencionados anteriormente, sin tener que llegar a la endoscopía. Se requiere de un entrenamiento familiar y una conducta alimentaria impecables porque el gluten puede estar contenido, aún en cantidades mínimas, en comidas preparadas de consumo habitual y muy extendido. Para llevar adelante este régimen saludable es fundamental la consulta con una nutricionista para planificar la dieta. La Sociedad de celíacos brinda información exhaustiva en relación a los alimentos, las marcas, precios, lugares de compra y recetas para prepararlos. En los supermercados y algunas tiendas especializadas existen alimentos y golosinas libres de gluten que pueden ser de utilidad para hacer una dieta más variada y apetecible. Como forma de prevención se ha recomendado diferir la introducción de alimentos que contengan harina de trigo, cebada y/o centeno luego del primer año de vida.

Ten en cuenta que si persisten tus dudas en relación a la enfermedad planteada en esta oportunidad deberás consultar con un especialista. La detección temprana es de suma ayuda para el pequeño.

Dr. R. Decuadro

Pediatra SUAT

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