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08.06.2012

Consejos médicos

Tabaquismo II

En una edición anterior se hizo mención sobre el tabaquismo y algunos de los puntos más importantes que comprende esta temática. En esta oportunidad, SUAT te brinda toda la información relacionada al tratamiento y los beneficios del abandono del consumido de tabaco.

Tratamiento

En la actualidad, existe consenso sobre la necesidad de que las intervenciones de cesación estén integradas por dos componentes: psico-social y farmacológico. Las estrategias psico-sociales, que mayoritariamente tienen un enfoque cognitivo-conductual, están destinadas a que el fumador reconozca su adicción -las características personales-, modifique las pautas de comportamiento mientras desarrolla estrategias y habilidades para lograr y mantenerse en abstinencia; esto se traduce en un cambio de rutinas y estilos de vida para aprender a "vivir sin tabaco". Es importante saber que del 70% de los fumadores que desean dejar de fumar, únicamente el 3% lo logra y sin ayuda. Cuando el abandono del consumo se hace imposible al intentarlo solo, entonces hay que recurrir a los servicios especializados.

El tratamiento farmacológico es costo efectivo, comparado con el tratamiento de otras enfermedades crónicas, como la hipertensión arterial o la dislipemia. Está dirigido, principalmente, a paliar el síndrome de abstinencia nicotínico: irritabilidad, depresión, ansiedad, falta de concentración, inquietud, incremento del apetito, estreñimiento y trastornos del sueño. La mayoría de los síntomas desaparece luego de cuatro semanas de abstinencia. El deseo de fumar permanece muchos meses; puede ser tan fuerte como en las primeras etapas de la cesación pero ocurre cada vez con menos frecuencia a medida que se prolonga el período de abstinencia. La urgencia por fumar aparece en ciertas situaciones y puede ser controlada con estrategias específicas. Es elemental tener presente que el síndrome de abstinencia es una de las manifestaciones de la dependencia física.

Farmacoterapia

Hasta la actualidad, la Food and Drug Administration (FDA) -de Estados Unidos- aprobó el uso de tres tipos de medicamentos en el tratamiento para dejar de fumar: Terapia de Reemplazo de Nicotina (TRN), bupropión y vareniclina.

1.Terapia de Reemplazo de Nicotina: ha demostrado ser útil para ayudar a las personas a dejar de fumar. Es segura y costo efectiva. La TRN proporciona nicotina al paciente sin el resto de sustancias propias del cigarrillo. El principal mecanismo de acción consiste en reducir la severidad de los síntomas de abstinencia. Si bien no elimina completamente esos síntomas, hace que la cesación sea más tolerable. La evidencia muestra que esta terapia es efectiva en individuos que fuman más de 10 cigarrillos por día. El uso de la TRN debe comenzar el mismo día en que se deja de fumar; en Uruguay, están los parches transdérmicos y la goma de mascar. Algunos de los efectos adversos: mareos, náuseas y cefalea. Mientras que las contraindicaciones son: enfermedades cardiovasculares graves, arritmias cardíacas severas, hipertensión arterial no controlada y accidente vascular encefálico reciente.

2.Bupropión: es el primer fármaco no nicotínico aprobado para el tratamiento del tabaquismo de alta eficacia. Se ha comprobado que reduce el aumento de peso que suele ocurrir cuando se deja de fumar y alivia los síntomas de abstinencia, tales como: mal humor, ansiedad, dificultad de concentración, tristeza y deseo de fumar. Los efectos secundarios más frecuentes son: insomnio, sequedad de boca y náuseas.

3.Vareniclina: es un fármaco de alta eficacia y buena tolerancia. Reduce la severidad de los síntomas. No hay evidencia que apoye su uso en mujeres embarazadas o adolescentes. Efectos secundarios: náuseas y alteraciones cardiovasculares. El tratamiento debe empezar una semana antes de la fecha programada del abandono de cigarrillo.

Cesación en embarazadas y mujeres en período de lactancia

Mención especial necesitan estas dos situaciones específicas. Fumar durante el embarazo implica riesgos para la madre -parto prematuro, aborto espontáneo, placenta previa, desprendimiento prematuro de placenta-, para el recién nacido -bajo peso al nacer- y para el lactante -síndrome de muerte súbita, otitis media y dificultades de aprendizaje-. Por lo tanto, dejar de fumar durante el embarazo reporta grandes beneficios. Hoy en día, algunos expertos apoyan y reconocen como segura la TRN durante el período de gestación. Lo fundamental es asesorar, de manera conveniente, a la paciente en cuanto a los riesgos y beneficios del uso de nicotina; aunque ésta pasa libremente a través de la leche materna, debido a su baja disponibilidad por vía oral, es poco probable que pueda dañar al niño.

Cesación en pacientes hospitalizados y pre-operatorios

El tabaquismo aumenta el riesgo de complicaciones ante una intervención quirúrgica. Esto se puede evitar con seis semanas previas sin consumo de tabaco. En pacientes hospitalizados, hay que considerar el comienzo de algún tratamiento farmacológico específico para dejar de fumar.

Cesación en usuarios de servicios de salud mental

Las personas que padecen estos trastornos poseen tasas, particularmente, altas de prevalencia de tabaquismo. Presentan mayor dependencia y dificultad para abandonar el cigarrillo. Las intervenciones intensivas, con sesiones múltiples y medicación, son beneficiosas para este grupo; lo más importante en este punto es que solamente se puede llevar a cabo si el paciente se encuentra estable al momento del tratamiento.

Los fármacos específicos para dejar de fumar tienen interacciones con los psicofármacos, en general, por lo cual se debe indicar en conjunto con el psiquiatra tratante y realizar un seguimiento clínico del paciente. También es fundamental la intervención de un nutricionista para guiar a la persona a lo largo del proceso de cesación. Los cuidados nutricionales y el aumento de la actividad física son factores claves para controlar el peso durante los dos años que siguen al abandono de tabaco.

Cesación en la vejez

La contribución del tabaco en morbi mortalidad parece bajar con la edad avanzada; más allá del beneficio rápido que tiene sobre el riesgo de enfermedades vasculares y pulmonares. Asimismo, cabe mencionar que se ha visto que disminuye la posibilidad de mortalidad, en forma considerable, en las personas que abandonan el tabaco. Esto sucede, al menos, en los individuos de hasta 70 años.

Beneficios de la cesación de tabaquismo

Son muchos y van a apareciendo en forma progresiva.

En los primeros días, baja la presión arterial y la frecuencia cardíaca, se normaliza el nivel de oxígeno en la sangre, se elimina la mayor parte del monóxido de carbono y de nicotina, los bronquios recuperan los mecanismos de limpieza y se comienza a recuperar el gusto y olfato.

En los primeros tres meses, la respiración se hace más fácil, se deja de toser, aumenta la capacidad de realizar ejercicio, mejora el aspecto de la piel y se siente mayor energía.

En el primer año, el riesgo de infarto de miocardio se reduce un 50%.

A los cinco años, el riesgo de cáncer de boca, esófago y vejiga se reduce un 50%.

A los 10 años, el riesgo de cáncer de pulmón se reduce un 50%.

A los 15 años, el riesgo de muerte es similar al de cualquier persona que nunca ha fumado.

Otros beneficios

  • Cuida la salud de tu familia.
  • Aumenta tu autoestima y autoconfianza.
  • Es un buen ejemplo para tus hijos.
  • Te ayuda a ahorrar dinero o destinarlo a algo productivo.
  • Mejora la higiene de tu hogar.
  • Si necesitas ayuda para dejar de fumar, no dudes en recurrir a la atención especializada. SUAT te informa que existe una línea de información del Ministerio de Salud Pública, mediante el número telefónico 0800 4444, para que puedas abandonar el cigarrillo. De esta forma, obtendrás una mejor calidad de vida para ti, tu familia y la sociedad.

    Dr. Oscar López

    Médico de SUAT

    Palabras clave: Tabaquismo
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