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13.06.2019

Consejos médicos

Meningitis, conocé en profundidad todo lo que involucra esta enfermedad. Parte 2

En una entrega anterior se dieron a conocer los conceptos básicos, los signos y síntomas, y también se informó sobre los distintos tipos de meningitis. En la actual edición, se plantean los factores de riesgo, las complicaciones, el tratamiento, la prevención, las vacunas, y la meningitis en los adultos mayores.

En relación con los factores de riesgo, se señala que todas las personas pueden contraer meningitis, aunque es más común en las que presentan sistemas inmunitarios débiles. Entre los factores se incluyen:

  • Omitir las vacunas. El riesgo aumenta para cualquiera que no haya completado el programa de vacunación infantil o de adultos recomendado.
  • La edad. La mayoría de los casos de meningitis viral ocurre en niños menores de cinco años. En tanto, la bacteriana es común en los menores de 20 años.
  • Vivir en una residencia comunitaria. Los estudiantes universitarios que viven en dormitorios compartidos, el personal de las bases militares y los niños en internados y centros de cuidado infantil son los que corren mayor riesgo de contraer meningitis meningocócica.
  • Embarazo. Durante la gestación aumenta el riesgo de listeriosis que puede generar abortos espontáneos, nacimientos de fetos muertos y partos prematuros.
  • Sistema inmunitario debilitado. El Sida, el alcoholismo, la diabetes, el uso de medicamentos inmunosupresores y otros factores que afectan a ese sistema también vuelven más susceptible al organismo ante la meningitis. Asimismo, la extirpación del bazo incrementa el riesgo y toda persona que ya no cuente con ese órgano deberá vacunarse.

Por otra lado, cabe mencionar que las complicaciones de la meningitis llegan a ser graves. Cuanto más tiempo transcurra sin recibir el tratamiento, mayor será el riesgo de sufrir convulsiones y daños neurológicos permanentes, como ejemplo: pérdida de la audición; problemas de memoria; impedimentos para el aprendizaje; daño cerebral; problemas de la marcha; convulsiones; insuficiencia renal; accidente cerebrovascular; y hasta la muerte.

Tratamiento, prevención y vacunas

Con un tratamiento inmediato incluso las personas con meningitis grave pueden tener una buena recuperación. Debe ser temprano para ayudar a prevenir problemas agudos y hasta la muerte. Los exámenes destinados a diagnosticarla contemplan análisis de sangre, pruebas de imágenes y una punción espinal dirigida a examinar el fluido cerebroespinal.

En cuanto a la prevención, las bacterias o virus comunes que ocasionan meningitis se transmiten al toser, estornudar, besar o compartir utensilios para comer, un cepillo de dientes o inclusive un cigarrillo. Pasos que pueden ayudar a prevenir: lavarse cuidadosamente las manos y en forma frecuente; seguir las prácticas de higiene adecuadas, como no compartir bebidas, alimentos o bálsamos; mantenerse sano cuidando el sistema inmunitario, descansando lo suficiente, realizando ejercicio regularmente e implementando una dieta saludable; cubrir la boca y nariz al toser o estornudar; y cuando se está embarazada, tener cuidado con los alimentos que se consumen.

Se aclara que algunas formas de meningitis bacteriana se pueden evitar a través de las siguientes vacunas: contra la Haemophilus influenzae tipo b (Hib); antineumocócica conjugada (PCV13); de polisacárido neumococo (PPSV23); y del meningococo conjugado.

Meningitis en adultos mayores

Su incidencia anual es de 15 cada 100 mil personas y su mortalidad es alta: entre el 50 y el 80 %. La meningitis aguda se presenta en menos de 24 horas y, generalmente, es causada por bacterias con una mortalidad cercana al 50 %, mientras que la subaguda se registra en menos de una semana y es la forma más común -puede ser bacteriana o viral-. Por otro lado, la meningitis crónica es muy poco frecuente.

En la meningitis neumocócica el factor más importante es la neumonía; también puede asociarse a otitis, sinusitis, mastoiditis, y trauma de cráneo, siendo más habitual en diabéticos, alcohólicos e inmunodeprimidos. La mortalidad es elevada, pero el inicio precoz del tratamiento favorece una evolución favorable.

La meningitis meningocóccica es de elevada mortalidad, frecuentemente acompañada por púrpura artralgias o artritis.

La clínica no es tan definida en este grupo etario como sí lo es en los adultos jóvenes, y esto se debe a que se presentan menos cefalea, náusea, vómitos y signos de irritación meníngea; en cambio, hay una mayor prevalencia de depresión de conciencia. Además, la fiebre y la leucocitosis aparecen con baja frecuencia.

Para ver la primera parte, ingresar a este link

Dr. Oscar López
Médico de SUAT

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